A propósito de Mortal Kombat 11, y tras el enorme revuelo que significó el primer Mortal Kombat en 1992 de la mano de Ed Boon y John Tobias, Midway por aquellos años era como el Rockstar Games de ahora; se convirtió en el estudio de desarrollo “políticamente incorrecto” y en 1993 decidió dejar el listón muy en alto, así pues viendo el éxito que tuvo Mortal Kombat y con un nuevo equipo de trabajo le dio de nuevo un vuelco a la industria con Mortal Kombat 2.

Mortal Kombat 2 a mi modo de ver es el mejor juego de toda la saga y como sucedió con Prince of Persia y Doom, fue portado para infinidad de plataformas concluyendo que, sistema que se respetaba debía tener un Mortal Kombat 2. La lista de sistemas se pierde de vista: Arcade, PC, Genesis / Mega Drive, 32X, Saturn, Game Gear, Master System, SNES, Game Boy, Amiga, PlayStation, PlayStation 3 y Xbox 360 (además de alguna que otra ROM no oficial para sistemas clónicos basados en Famicom).

Pero no todo fue camino de rosas, Midway tuvo que lidiar por meses con asociaciones de padres, religiosos, organismos gubernamentales y hasta con la mismisima Nintendo que, como es costumbre, tiene una tendencia a censurar sus juegos que puedan parecer muy violentos o sangrientos, lo dicho: la versión de Nintendo SNES carecía de todo lo que hace un Mortal Kombat lo que es: la sangre a borbotones; esto lo aprovechó SEGA permitiendo que “su versión” sí tuviera todo lo que el Arcade (salvando las diferencias técnicas desde luego).
Quizá si pruebas el programa hoy no te parezca nada del otro mundo (incluso hasta jugablemente) pero en 1993 esto era lo más violento y realista que podías ver en consola alguna.

Mortal Kombat 2 en si es una versión bastante mejor hecha de lo que significó su primer experimento: gráficos mejor definidos, escenarios más dinámicos, coloridos y con un aspecto más oscuro, animaciones más fluidas, la inclusión de otras opciones además de los famosos Fatalities y por sobre todo el plus de más personajes carísmaticos que hicieron de este programa el más codiciado en sus años. El mismo Boon lo comentó en una entrevista “Cuando hicimos Mortal Kombat 2, tuvimos un nuevo equipo, pero fue divertido, porque cuando empezamos a trabajar, la manía, la histeria de las versiones caseras del primer juego estaba en nuestro alrededor. Estábamos tan ocupados trabajando en el próximo, que pasamos de 7 a 12 personajes y dos Fatalitys por personaje“.

Aunque la versión de Arcade es la madre de todas las demás, sus primas caseras no se quedaban atrás, por ejemplo, la versión de Genesis / Mega Drive solía ser bastante popular por incluír, como bien mencioné, toda la violencia del Arcade (además de una excelente calidad de sonido), existieron versiones muy fieles como la de 32X, PC y Saturn, esta última tenía un framerate más que decente y una calidad sonora por encima de la media.
Como curiosidad: la versión para PlayStation solo apareció en Japón y como sucedió con muchos títulos bidimensionales para la máquina de Sony, los tiempos de carga y algunas ralentizaciones estaban a la orden del día.

Además de los Fatalities estan los Friendships y Babalities, para obtenerlos tenemos que activar una secuencia justo después de ganar el segundo combate con nuestro rival; en realidad no ganamos nada extra al ejecutarlos pero era una forma bastante original de humillar al rival. Otro detalle importante eran los jefes del juego, un juego de luchas debe tener grandes jefes finales, Mortal Kombat 2 lo cumple con creces: Kintaro y Shao Khan harán que puedas frustarte, pero como siempre, para disfrutar de este tipo de juegos lo mejor es tener con quién jugarlo a dobles.

Personalmente mis vicios estaban en la versión de PC, con unos cuantos diskettes para instarlos ya tenía una versión muy fiel a la recreativa, lo que hizo grande a Mortal Kombat 2 creo que fue lo que inmortalizó Street Fighter Alpha 2 de Capcom: pocos personajes pero todos carismáticos, jugabilidad acertada y escenarios de ensueño. Mortal Kombat 3 aunque tiene muchísimos más personajes, escenarios y opciones, no logra enganchar lo que enganchó esta segunda entrega, es que algunos juegos tienen ese “no se qué” que ni sus secuelas pueden superar.
Larga vida a Mortal Kombat 2.